Reflexión: “El papel del Ingeniero Industrial frente al cambio climático”
"Nuestra corteza terrestre, nuestros recursos
hídricos, nuestra fauna, nuestra flora, se está enfrentando a una crisis que no
tendrá otro fin más que la destrucción…"
Tras la lectura del informe
presentado por el IPCC, crece una profunda preocupación por las diversas
alteraciones que ha sufrido y continuará sufriendo el paraíso que nos rodea,
pues las interacciones naturales del medio ambiente han sido modificadas por las
actividades y el diario vivir del ser humano. Si por un momento desplazáramos
al hombre de la superficie terrestre, podríamos observar cómo los animales, las
plantas y los demás componentes de la tierra interactúan armónicamente para
sobrevivir uno y ayudar a sobrevivir al otro. Pero en realidad, nosotros los
seres humanos de manera imprudente obstruimos las acciones naturales del medio
ambiente generando cambios que impactan negativamente su ciclo habitual e
incluso forzando a que esas modificaciones nos afecte a nosotros mismos, a
nuestro diario vivir y en nuestro caso, a nuestra futura labor como ingenieros
industriales.
Al ingeniero industrial, le
compete una dura y ardua labor, pues su actividad depende directamente de
recursos que deben ser tomados del medio ambiente y de un manejo de desechos
que por falta de responsabilidad social de las empresas están siendo liberadas
a la atmósfera, a los ríos, a los bosques, etc. La anterior es la razón por la cual
los ingenieros debemos empezar generar proyectos y estrategias basados en la restringida
adquisición de recursos naturales indispensables para la producción como por
ejemplo, el agua. El ingeniero del mañana también deberá ocuparse de la
correcta disposición de los desechos finales, que como hemos leído en las
diversas fuentes de información acerca de cambio climático, gracias a la falta
de conciencia ambiental por parte de las empresas éstos están generando un alto
grado de contaminación del medio ambiente.
De lo anterior se desprende el compromiso que tiene el
ingeniero industrial con el mundo que le rodea, pues tiene que idear una forma
de suministrar a la planta de producción de unas materias primas y de
implementar una producción limpia, ya que debe entregar a un consumidor final
unos bienes y servicios de calidad y, al resto del planeta una atmósfera, unos
océanos, una superficie terrestre y unos polos libres de contaminación.
Ese compromiso, debe enlazarse
con la vocación del ingeniero industrial de modo que, su misión ahora sea
encaminada hacia la retribución de lo que le hemos arrebatado al ecosistema por
el uso indiscriminado de lo que nos provee, por la idea de que los recursos son
infinitos, de que el ser humano es un tipo de ser superior y por eso puede
disponer de todo lo que hay presente en el planeta tierra, pero que en la
realidad no ha hecho más que utilizar su inteligencia para generar destrucción,
su propia destrucción.
Dado que el compromiso con el
planeta tierra es grande, un ingeniero por medio de sus dotaciones como líder
deberá incurrir también en la forma de pensar de las personas, las costumbre y
su arraigada falta de conciencia ambiental para que su núcleo laboral colabore
con la causa y entiendan hacia dónde va la labor que el ingeniero de planta está
desarrollando para preservar los diversos hábitats.
Todo lo anterior, son acciones
que pretenden hacerle una invitación a todos los ingenieros para que de cierta
manera adoptemos una perspectiva diferente del mundo y de las labores a las que
nos vamos a enfrentar, la realidad es que no podemos seguirle haciendo daño al
planeta tierra porque de cierto modo éste nos empezará a “pasar factura” convirtiendo
nuestras labores en arduas y sujetas a muchas variables como lo son los cambios
drásticos en el clima, el calentamiento global, desastres naturales,
agotamiento de recursos, que de manera directa influyen, pues a modo de
ejemplo, necesitamos abastecer unos clientes de bienes y servicios por medio de
logística de transporte y las vías pueden estar impedidas por cierto desastre
natural; si necesitamos conservar
alimentos a cierta temperatura ambiente pero un aumento en ella termina por
arruinarnos la materia prima o necesitaríamos incluir cierto tipo de tecnología
que nos permita mantener esa temperatura pero significaría un aumento en los
costos de producción; la más importante que es la materia prima se hará difícil
conseguir lo que aumentará los costos de adquisición de ella, entre otros
ejemplos.
Como podemos notar, nuestro
futuro estará lleno de arquetipos al momento de buscar una solución, implementar
una mejora o lograr una modificación de un proceso de la empresa donde
laboremos; por ahora estamos en una zona de confort en donde escribimos y
hacemos cálculos en un papel y creemos que en la realidad todo será y se concluirá
como tal como lo hemos escrito, pero si pasáramos
a una zona intermedia y nos hiciéramos preguntas acerca de la forma como vamos
a conseguir tener por ejemplo una cadena de abastecimiento balanceada, empezaríamos
a notar que para planear todo, sólo nos basamos en sombras o en lo que creíamos
que podíamos hacer. Saldremos de esa zona intermedia cuando nos demos cuenta
que debemos articular el plan que queremos desarrollar con los drásticos cambios
a los que ahora nos estamos enfrentando y por supuesto generar la mejor acción a
desarrollar.
A los que estamos adquiriendo
herramientas en el curso de pensamiento sistémico aún nos falta un largo camino
por recorrer y por convencernos de que la realidad y de que cualquier acción que
pretendamos implementar va a estar muy restringida por diversas variables, en
especial por el cambio climático que la humanidad se encargó de generar. El
ingeniero frente al cambio climático, o en otras palabras, “El ingeniero frente
a uno de sus enemigos”.